
Las torrijas son un postre típico de Semana Santa en casi toda España, aunque en Cantabria las podemos degustar en Navidad y en Canarias las hacen para Carnaval.
INGREDIENTES
- 1 barra de pan de torrijas, o en su defecto pan del día anterior.
- 1 litro de leche
- 500 gr de azúcar
- 1 ramita de canela
- Canela molida
- Cáscara de ½ limón
- Aceite de girasol

PREPARACION
Ponemos a calentar la leche junto con la ramita de canela y la cáscara del limón a la que le habremos quitado tada la parte blanca de la piel.
Cuando empieza a hervir la apagamos y dejamos reposar unos 5 minutos reposar para que infusione bien y coja el sabor de la canela y el limón.
Mientras reposa, cortamos el pan de torrija en rebanadas de grosor medio; a mi me gusta dar cortes transversales. También preparamos un plato hondo con los huevos batidos y otro plato con la mezcla de azúcar y canela molida que utilizaremos para engranillar las torrijas como último paso.
Ahora solo nos falta calentar el aceite a fuego medio alto y ya tenemos todo preparado para empezar a hacer nuestras torrijas.
La leche ya está infusionada y permanece caliente. Es ahora cuando vamos a empezar a bañar nuestras rebanadas de pan en esta leche aromatizada. Uno de los secretos de una buena torrija es que esté bien empapada. Sumergimos las rebanadas una en una comprobando que absorbe toda la leche que puede, que deja de soltara burbujitas. El corazón del pan tiene que estar igual de empapado que el resto de la rebanada.Al sacar la rebanada de la leche tiene que parecer que se va a romper.
Vamos depositando las rebanadas de pan en una fuente donde irán soltando la leche sobrante y que podremos reutilizar para seguir mojando el resto del pan.
Ya estamos casi listos para freír en el aceite ya caliente a temperatura media alta.
Antes de empezar a freír organiza tu cocina de esta manera, de izquierda a derecha
- La bandeja con las rebanadas de pan empapadas en leche.
- El plato hondo con el huevo batido.
- La sartén o freidora con el aceite a temperatura adecuada.
- Una espumadera.
- Una bandeja con una rejilla para que escurra la torrija ya frita.
- El plato con la mezcla de azúcar y la canela molida.
- Una bandeja para poner las TORRIJAS terminadas.
Ahora solo hay que pasar las rebanadas de pan por el huevo batido y con mucho cuidado ponerlas en el aceite. Recuerda que las rebanadas están muy empapadas en la leche y que nos costará cogerlas sin romperlas para pasarlas por el huevo, así que si lo hacemos con las dos manos será más fácil. Si no queremos hacerlo directamente con las manos tendremos en cada puesto que hemos descrito antes un utensilio para ayudarnos a trabajar, pero yo os aconsejo trabajar con las manos, solo hay que estar cerca del grifo y lavarnos las manos cuando lo necesitemos.
Ya tenemos la rebanada en el aceite y cuando está dorada por un lado le damos la vuelta y esperamos a que se dore por el otro lado. La sacamos y la depositamos en la rejilla para que suelte el aceite. Mi consejo es freír como mucho de dos en dos en cada tanda.
Cuando hemos dado la vuelta a la segunda tanda y estamos esperando a que se dore el otro lado, es el momento de engranillar las primeras que estaban escurriendo en la rejilla. Las pasamos bien por la mezcla de azúcar y canela que teníamos preparada y las depositamos en la bandeja.
Ya tenemos nuestra primeras TORRIJAS. Al estar tan empapadas irán soltando la leche sobrante que junto con el azúcar y con la canela del engranillado harán un jarabe delicioso que las mantendrá jugosas.
Las podemos tomar templaditas que están espectaculares o reservarlas en la nevera para comerlas más tarde. En este caso lo mejor es sacarlas del frío un poco antes para que el jarabe que se ha formado coja la temperatura ambiente y estén más jugosas.
BON APPÉTIT